27 julio, 2024

Conocí esta saga cuando apenas tenía conciencia de lo que eran los videojuegos, antes incluso de tener en casa la primera consola real, la Nintendo NES. Lo había visto relampagueando brevemente, a veces, en las máquinas de bares y cafeterías, en aquellas donde se echaba una moneda para jugar cierto tiempo a uno solo de los muchos juegos de 8 bits que había para elegir.

Un tiempo indeterminado más tarde, pude jugar por fin a la versión de mi propia NES, no puedo recordar si con un cartucho prestado o alquilado. Una experiencia a medio caballo entre lo reconfortante de unos gráficos, sonido y control de lo más estimulantes, y lo frustrante de unos enemigos insistentes, rápidos y que parecían atacar aleatoriamente, complicando bastante la memorización de patrones con los que contraatacar.

Años después descubrí maravillado que existía una versión superior en todo, la de la Super NES de Nintendo. Este juego, que alguien en su día me dejó bastante tiempo, lo jugué con insistencia y verdadera pasión, avanzando muy poco a poco pero de manera gratificante hasta el final… solo para que el juego me dijera, en inglés, que necesitaba cierta arma especial que no tenía para enfrentarme al enemigo final.

Imaginaos mi frustración al ver que lo siguiente que pasaba era que el juego volvía a empezar desde el primer nivel, sin mayores explicaciones. Supuse que, lo que me había pasado, era que, al no tener el manual del videojuego, había pasado por alto la búsqueda de algún objeto necesario, el cual no sabría encontrar sin las indicaciones adecuadas. Esto hizo que, durante muchos años, diera por supuesto que me había acabado el juego sin poder ver el final. Pero no era eso lo que pasaba…

Como descubrí años después viendo episodio tras episodio del maravilloso Angry Video Game Nerd, resulta que la saga Ghost’n Goblins se caracteriza por obligar al jugador a volver a jugar de nuevo todos los niveles, a fin de que aparezca en algún momento, por mera casualidad, la famosa arma con la que poder combatir al verdadero enemigo final. A continuación os dejo el vídeo en el que me enteré de esto en concreto:

Lo cual quiere decir que para ver el verdadero final tenía que hacer una de las cosas que más me gusta hacer con cualquier videojuego: rejugarlo. El problema era que, en aquellos tiempos, sin la opción actual de guardar la partida, era muy difícil pasarse las suficientes horas con la consola encendida para acabarse un juego al menos una vez del tirón, así que no digamos dos seguidas. Lo cual quiere decir, que, aún de haberlo sabido, no sé si en su día habría podido completar entera la aventura.

Hoy en día estoy volviendo a jugar clásicos de los que me enamoré desde que los probé la primera vez, gracias a mi móvil y un pequeño mando que he adquirido para que la experiencia sea más parecida a usar una consola de las de toda la vida. Gracias a esto, he vuelto a jugar las versiones de NES (la que me pareció la más difícil) y  de Super NES (seguramente la mejor de todas) en primer lugar. Pero a continuación me he puesto a probar la de la consola Mega Drive de Sega (llamada Ghouls’n Ghosts a secas) y lo que me encontré fue tan distinto a lo de las consolas de Nintendo  que pensé, mientras lo jugaba entero hasta tres veces (lo que supone recorrerlo seis, en total), que era mi versión favorita. Todo esto, mientras María Larralde, que alguna vez me vio jugar con el caballero Sir Arthur desprovisto de su armadura tras recibir un ataque de los enemigos, bautizaba al pequeño sprite y, por extensión, a todo el juego, como “El Calzones”.

Pero luego me decidí a probar con el emulador MAME para Android el mismo juego en su versión original de máquinas recreativas, y me di cuenta de que la versión para Mega Drive era la conversión de esta versión arcade, aunque ligeramente más difícil (o quizá sea mi imaginación).

Al momento de escribir estas líneas ya me he liado con el Ghost’n Goblins de las máquinas recreativas, el primero de todos (no me preguntéis por el orden en que los juego, no sé por qué lo hago así). Es ligeramente más bonito que su conversión en NES, e incluso diría que un poco menos difícil, así que, si os interesan los retos, os recomendaría empezar por el juego de la primera consola de nintendo, que puede llegar a ser desesperante (especialmente gracias a esas especie de gárgolas, adictas al acoso).

Cuando termine de jugar y rejugar la versión original arcade de Ghost’1n Goblins, tengo pensado hacer lo mismo con Ultimate Ghost’n Goblins, una nueva versión del clásico de la compañía Capcom desarrollado para la PSP, la primera consola portátil de Sony, de nuevo, como todos, con Tokuro Fujiwara a la cabeza de la dirección y el diseño; un genio que, en los primeros juegos, firmaba tan solo con el apodo de Profesor F.

Mientras yo continúo pasando mi propia fiebre por esta saga, os dejo aquí una serie de emuladores para Windows y Android y todos los juegos, para que podáis disfrutarlos en el orden que prefiráis.

Emulador MAME Windows

Emulador MAME para Android

Ghost’n Goblins arcade

Ghouls’n Ghosts arcade

Emulador NES Windows

Emulador NES para Android

Ghost’n Goblins para NES

Emulador Super NES para Windows

Emulador Super NES para Android

Super Ghouls’n Ghost para Super NES

Emulador Mega Drive para Windows

Emulador Mega Drive para Android

Ghouls’n Ghosts para Mega Drive

Emulador PSP para Windows

Emulador PSP para Android

Ultimate Ghosts’n Goblins para PSP

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