27 julio, 2024

Reseña por Elmer Ruddenskjrik

 

Este libro me llegó recomendado por un coleguilla (gracias Daniel) al que le encanta leer. Acerca de ello me dijo algo así como “¿conoces la saga de videojuegos The Witcher?”. En ese momento estaba a punto de ponerse a la venta el tercer juego, y había bastante expectación. Yo no había jugado aún ninguno y no sentía ese entusiasmo, pero de leer sobre el juego sabía que se había inspirado bastante fielmente en unas novelas. Supuse por tanto que la historia podría ser buena, entretenida como mínimo, pero este colega se apresuró a detallarme sus virtudes, con breves pero concisas palabras que me convencieron enseguida de que debía leerlo (aunque mi tiempo de leer es muy escaso desde hace unos años… sobre todo me leo a mí mismo).

Muy poco a poco acabé terminándolo con creciente entusiasmo y empatía hacia el protagonista y cada uno de los personajes que se encuentran con él o le acompañan ocasionalmente. Porque eso es, creo yo, lo mejor de este primer libro sobre Geralt de Rivia: la cercana realidad de las personalidades de los personajes.

Cada personaje, incluido el protagonista, se comporta y habla de una manera muy coherente para con su particular circunstancia o motivación, y siempre de una manera lo más directa y clara posible (salvo cuando sus actitudes pretenden ocultar su carácter, claro). Y es que eso es algo que no suele verse en ninguna de las grandes historias que todo autor pretende transmitirnos. En la mayoría de las aventuras, incluidas películas, series, o cualquier formato que se os ocurra pensar, los personajes siempre hablan como si hubieran nacido ayer, es más, se comportan de esa manera. Parece que nunca nadie es capaz de decir nada que pueda herir sin pretenderlo la sensibilidad de los demás, y sabemos de sobra que la gente, nosotros, no somos así. Hartos de pasarnos la vida tratando y hablando con otros, somos desagradables y huraños hasta con nuestros seres más queridos, aunque sea de una manera que no represente para nada desprecio u odio. Es el simple hecho de que el trato con los demás, como todo, se desgasta con el paso de los años, y se vuelve más directo, crudo, más funcional, y más cercano, por cierto. No sé a vosotros, lectores, pero para mí es más sencillo tomar por igual a alguien que me trata sin adornos, y eso es lo que hacen aquí estos personajes. Hablan y se comportan tal cual como lo haría cualquiera de nosotros. Y es una puta maravilla dejarse llevar así por la historia, sintiendo que, salvando la distancia del tiempo y la magia, todo eso parece estar pasando aquí mismo, en cualquier sitio. Eso mismo es algo que suelo buscar para mis propios escritos, y creo que dice mucho del carácter del propio autor, y joder, estoy seguro de que sería genial conocerle en persona (y me refiero como a una persona, un amigo, no endiosado como autor… algo que desprecio y considero… un error grave de cojones, pero allá cada cual.)

Sin contar nada de la historia, como siempre (me jode que me jodan a mí las historias, y no haré yo eso mismo), sólo diré que esta es una divertida historia de aventuras, donde predominan los diálogos animados (a veces humorísticos, otras tensos, y otras llenos de sentimientos expresados de una manera estoica, sin ñoñerías), donde hay tiempo para decir mucho de lo que cualquiera de nosotros, siendo algo reflexivo, sabe ya de nuestra condición humana, pero que siempre es grato ver que es compartido por personajes de ficción (esto sólo ayuda a hacerlo aún más vivos, más creíbles). También predomina la acción, espectaculares peleas contra monstruos y hombres narradas con tal precisión que sería posible coreografiarlas tal cual con actores. La narración deja de lado los adornos y remite la ambientación a pequeños detalles en el nombre de los utensilios y prendas o a breves descripciones de los poblados y castillos, salas y tabernas… El lector mismo, sin querer, ya acaba sabiendo cómo es el mundo en que se mueve Geralt, sin que el autor le dé la paliza con ello… a mi juicio, la manera correcta de contar una historia.

Me gustaría decir y comentar muchas más cosas de este libro… pero hacerlo sería estropearle la sorpresa a cualquiera. Esta es una de esas historias para vivirlas. No es literatura para que descubráis lo bueno que es su autor, es una historia para que la disfrutéis. Y eso, más que ninguna otra cosa, es lo que dice lo bueno que es su autor… a ver si espabiláis.

 

Lo que pienso de este libro: me gustaría haberlo escrito yo (y es algo que muy pocas veces se me verá decir).

Como ofrenda especial por haber leído todo esto, y para no dejaros a medias si os muerde la curiosidad, aquí os lo dejo en pdf y en papel (eso ya por si queréis comprarlo):

El último deseo por Andrzej Sapkowski

Geralt de Rivia, brujo y mutante sobrehumano, se gana la vida como cazador de monstruos en una tierra de magia y maravilla.

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