Sin contaros la historia o la trama sí podemos decir que esta película comienza con un planteamiento de típica película de ladrones escondiéndose después de un atraco complicado. Sin embargo lo que parece en un principio va dando un giro completamente inesperado para el espectador. Por un lado diremos que es una película que trata del maltrato animal de manera seria y emocionante; por otro diremos que habla sobre dramas humanos que se muestran a través de los cuatro personajes principales.
¿Por qué debéis ver esta película?
Si amáis a los animales pero aborrecéis el falso sentimentalismo que hace que cada persona que los respeta debe ser un bobalicón. En esta peli nos ofrecen a unos personajes principales que son tipos rudos pero capaces de ver en un animal algo más que una simple bestia.
Y, como toda buena peli, tenemos al malo malísimo. El maltratador y asqueroso humano que es capaz de utilizar a cualquier ser viviente en su propio beneficio, no solo económico sino psicológico, es decir, para sentirse poderoso.
El plantel de actores bien conocidos hacen un gran trabajo representando a personas que hacen lo que saben hacer y que, atrapados por la circunstancia que se da en la película, acaban entablando una relación aún más cómplice al tiempo que se enfrentan a la imponente presencia del perro.
El animal, del que la peli hace una presentación espectacular, y que nos retrata sin artificios dramáticos su sufrimiento, se vuelve un personaje más, un ser con su personalidad propia (de animal, pero que discierne dentro de sus posibilidades), que nada tiene que ver con la bestia que era de esperar, al estilo Cujo.
Como suele ser habitual, esta es otra de esas películas que son opacadas por sus valoraciones por críticos profesionales y de registro en páginas sobre cine. No entendemos que películas como esta ni lleguen a merecer un aprobado y luego mierdas como Crudo o Her se consideren obras maestras.
Bueno, ahí va nuestra recomendación, vosotros decidís.
