Esta reseña es la última acerca de los primeros juegos que tuve para cada nueva consola en mi vida. Lo cierto es que llevaba algún tiempo pensando que los juegos de las consolas de la generación que seguía a la la PlayStation 3 y la Xbox 360 ofrecían experiencias no muy distintas ni superiores a lo que ya conocía. Es decir, estaba decidido a no hacerme con una consola nueva, probablemente nunca más, convencido de que me quedaban tantas cosas increíbles por probar de todas las que ya tenía que era un gasto en realidad innecesario e injustificado.