Nuestro amigo escritor Rafael Blasco nos deléita con un relato atrevido y lleno de excrementos. Casi un simpósium sobre la mierda en todas sus posibles formas y variedades.
Y sin más…¡Que comience la función!
Mierda
No es lo mismo (y no es una canción), mierda que mierda. ¿Por qué un bebé hace caquita y un anciano se ha cagado? ¿Acaso no proviene de la misma factoría? Tamaño aparte, no creo que la mierda tenga edad, tampoco hay razón para sonreír y poner cara de idiotas ante la primera.