27 julio, 2024

Una reseña de Rubén Mesías Cornejo.

Soy ajedrecista, pero jamás abriría el juego con un gambito de nombre tan siniestro ( pues parece que la combinación de sonidos Von Goom guarda una fuerte similitud fonética con palabra inglesa Doom la cual significa “fatalidad”) porque emplearlo propiciaría la aniquilación del rival, alentando su destrucción tanto física como intelectual, y todo ello sin mediar una verdadera combate mental sobre el tablero. ¿No les parece a los lectores que hacer eso atentaría contra la esencia deportiva del ajedrez?

pawn to infinityPara fortuna de todos los ajedrecistas, y de la humanidad en general, el gambito Von Goom es solo una invención literaria, producto de la traviesa imaginación de un profesor universitario estadounidense , de origen polaco, llamado Victor Contoski , nacido en Minnesota en 1936. Fundamentalmente poeta y traductor de literatura polaca al inglés , Contoski fue un esporádico escritor de ficción que en 1966 obtuvo la satisfacción de que The Magazine of Fantasy and Science Fiction le publicará “ El Gambito Von Goom”, un cuento ambientado en el mundillo del ajedrez, sazonado con una pizca de horror y humor negro. Diez años después, y en España, la Editorial Bruguera escogió el cuento para traducirlo al castellano y publicarlo en las páginas de su Selección 16, cabe decir que las Selecciones de ciencia ficción de la editorial barcelonesa se nutrían básicamente de los textos que publicaba The Magazine and Fantasy and Science Fiction en los Estados Unidos. ( fue precisamente gracias a esa traducción que supe de la existencia del relato y de su autor, el cual no ha vuelto a ser traducido al castellano) Algunos años después, en 1982, Fred Saberhagen, autor británico de ciencia ficción y fantasía escogió el cuento para que formara parte de su antología “Pawn to infinity”, una selección de cuentos sobre ajedrez en clave de ciencia ficción y demás aderezos, en ese libro Contoski tuvo el honor de compartir páginas, entre otros, con dos reputados autores de ciencia ficción y fantasía: los estadounidenses Roger Zelazny y Fritz Leiber.

Decíamos líneas arriba que Contovski fue un esporádico escritor de ficción, pero no váyase a pensar, que simplemente confiaba en su talento para pergeñar un relato en el campo narrativo del cual estamos hablando ; nada de eso, por el contrario Contovski siempre se preocupó por prepararse adecuadamente en el área de la literatura que despertaba su interés, y por ello ocupó su tiempo en llevar cursos de escritura creativa, de manera paralela a sus obligaciones académicas como docente de la Universidad de Kansas, en la cual se jubiló el año 2007. Y es que escribir, fue una de las pasiones que Contoski mantuvo viva a lo largo de su carrera docente; fruto de ella son las seis recopilaciones de poemas que publicó entre 1972 y el año 2000, las cuales citamos literalmente para que el lector se haga una idea de su esfuerzo en el campo de la poesía:

Astronomes, Madonas and Prophecies, 1972

Broken Treaty, 1973

Names, 1979

A Kansas Sequence, 1983

Midwestern Building, 1997

Homecoming, 2000

Contovsky fue un autor bastante tenaz y poco dado al desánimo, que también padeció el rechazo de los editores muchas veces, leamos lo que el mismo dice al respecto: “Mi primer libro se publicó en 1972, la mayoría de esos poemas habían sido rechazados por los editores alrededor de 20 veces. Pero perseveré, pues pensaba ” Esto tiene sentido para mí, pero no para este editor. Tal vez tenga sentido para otro”

A estos libros deben sumarse las tres traducciones de poesía polaca que vertió al inglés entre 1967 y 1980, cabe señalar que a pesar de tener ancestros polacos Contovski aprendió la lengua de sus padres en Polonia, país al cual viajó en 1961, después de haberse graduado en la Universidad de Minnesota, entonces decidió “ ver el mundo con sus propios ojos”, en ese momento en los países situados detrás de la Cortina de Hierro se vivía la llamada Era del Deshielo que siguió a la muerte del dictador soviético Iosif Stalin, en 1956. Fue en Polonia donde conoció a su esposa ( quien fue una destacada activista anticomunista, al extremo de ser condenada a muerte en ausencia, durante la época estanilista) se casó y trabajó durante tres años en la Universidad de Lodz, dictando un curso de Literatura Estadounidense, con la anuencia e interés del gobierno polaco de entonces.

Otra de las grandes pasiones de Contovski fue el ajedrez, aprendió a jugar de niño, y lo practico muchísimo durante su etapa escolar y universitaria, según nos dice porque le aterraba la posibilidad de pasarse la eternidad “cantando aleluyas y diciendo amén”. Llegados a este punto, creo adecuado cederle la palabra a Contovski para que él nos cuente este momento trascendente de su vida: “Me crie católico con la idea de que el mundo iba a destruirse y que sólo sobreviviría la vida del espíritu. Yo era sólo un niño pequeño y pensaba ” Voy a aburrirme mucho ahí” Entonces vi que algunas personas estaban jugando al ajedrez, y les oí decir, que se puede jugar al ajedrez solo con la mente. Y me pareció que cuando el mundo se acabase y todo el mundo estuviera cantando aleluyas, yo buscaría a algún jugador de ajedrez, nos sentaríamos en un rincón y empezaríamos a jugar con nuestras mentes. Desde entonces me sentí atraído por el ajedrez” Sin embargo, la aversión de su esposa hacia los torneos de ajedrez en vivo, pues los consideraba una de las cosas “más aburridas que había visto en su vida”, le hicieron dedicarse a jugar por correspondencia, y llegó a ganar el United States Championship Chess Correpondence, y a clasificar para las semifinales del Campeonato Mundial de Ajedrez por Correspondencia.

Una vez leído todo lo anterior resulta inevitable considerar a “ El Gambito Von Goom” como fruto del entrecruzamiento de dos grandes pasiones que dejaron una impronta tan fuerte en la vida de este autor ocasional de ficción; y estas corrientes son, qué duda cabe, la literatura y el ajedrez.

 

En cuanto al relato podemos considerarlo, a partes iguales, como un sutil ejercicio de horror y humor negro, como adelantamos líneas arriba. De entrada, el primer párrafo del cuento tiene un delicioso sabor académico, que se refleja en una serie de citas a textos de ajedrez, reales e inventados, en los que se hace poca o ninguna mención al Gambito, mediante este recurso se enfatiza el carácter nefando y clandestino del mismo, todo lo cual hace pensar en ese catálogo de obras oscuras que se citan en los relatos escritos por los miembros del Círculo Lovecraft.

El protagonista del cuento es un tal Von Goom, un ajedrecista de origen oscuro y de aspecto extravagante ( mide un metro sesenta centímetros y luce la mitad de un bigote encima de los labios) ,no posee una gran habilidad para el juego, pero es perseverante y continúa participando en los torneos que se dan a lo largo y ancho de los Estados Unidos, a pesar de que no lograr la satisfacción de un triunfo, pero tiene paciencia, mucho tiempo, dinero y el estímulo de la derrota para seguir bregando sobre el tablero escaqueado en pos de esa victoria tan esquiva, la cual empieza a gestarse a partir del descubrimiento del gambito que llevará su nombre, llegado a este punto el autor da a entender que Van Goom, tablero e inteligencia de por medio, entra en contacto con poderosas fuerzas oscuras que le conferirán a la secuencia de jugadas que componen el gambito, la facultad de enloquecer u ocasionar daño físico a sus ocasionales oponentes.

El descubrimiento debió ser casual, más el crédito o mejor la infamia, de buscar sus variantes ha de atribuirse a Von Goom. Sus estudios le convencieron de que el Gambito podía practicarse con las blancas o las negras indiferentemente. Debió pasar muchas noches ante el tablero analizando cosas que un hombre no debe analizar jamás. El descubrimiento del Gambito y sus implicaciones volvieron su cabello albo como la nieve, aunque su medio bigote continuó siendo castaño hasta el día de su muerte, que ya no estaba tan lejos”

Para mí, toda la fuerza de este párrafo radica precisamente en esta oración: “Debió pasar muchas noches ante el tablero analizando cosas que un hombre no debe analizar jamás”, queda en la imaginación del lector vislumbrar que clase de cosas fueron ésas que hicieron encanecer el pelo de Von Goom tal como le sucede al personaje de Jonathan Harker en la novela “Drácula” de Bram Stoker, si mal no recuerdo.

Una vez desencadenadas, las fuerzas oscuras encarnadas en el Gambito Von Goom continuarán destruyendo las mentes y abatiendo los cuerpos de quienes tienen la mala fortuna de enfrentarlo o conocerlo , y todo marchará a pedir de boca para su malhadado descubridor , pues llega a convertirse en candidato al Campeonato Mundial, hasta que…

Es mejor que los lectores lo descubran por sí mismos, por mí parte solo añadiré que esta historia nos advierte sobre lo peligroso que puede ser abrir la puerta del caos en un juego reglado por la lógica, pero con cierto margen de aleatoriedad. En concreto es una alucinante metáfora de la locura carcomiendo un sistema de cosas cualquiera, el sistema puede ser el ajedrez u otra faceta de la existencia, pero el ajedrez también es parte de la vida, y en la vida jugamos todos.

Como recompensa por haber leído el artículo completo, aquí ofrezco el relato:
El Gambito Von Goom

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