Hereditary es una peli que los miembros de Historias Pulp (María Larralde y Elmer Ruddenskjrik) nos empeñamos en ir a ver al cine sin saber nada de ella: la imagen del cartel promocional sugería una historia de suspense o terror, con la presencia de la actriz Toni Collete como protagonista, y eso nos bastó para tirarnos a la piscina.
Tras haberla visto, ahora sabemos que el responsable tanto de dirigir como de escribir el guión es Ari Aster, un chaval que al parecer ya consiguió cierto prestigio por varios cortos anteriores, entre ellos uno llamado “The Strange Thing About The Johnsons”, aunque nosotros no hemos visto aún ninguno.
Lo importante es la experiencia que vivimos descubriendo esta película de la que no sabíamos nada, algo que es casi imposible conseguir hacer en la actualidad, con el bombardeo de publicidad y de personas alrededor que, sin verdadero interés en nada, sueltan información aleatoria que nadie pide a discreción, solo porque en un momento dado se la escucharon a un youtuber o la leyeron en algún titular de chichinabo, de refilón.
Lo cierto es que al principio tuvimos miedo, pero no por algún susto o sonido inquietante, sino porque se insinuaba como una de esas historias impecablemente filmadas y ambientadas pero que se pierden en lo abstracto de una historia que nunca definen por pereza o por falta de valentía a la hora de plantear adecuadamente los conflictos o la resolución de los mismos. Pero no era el caso.
La película se toma su tiempo para presentarnos a los personajes de una familia, los cuales, aunque parecen quererse unos a otros, parecen tensos en todo momento a tenor de alguna circunstancia que nos es ajena al principio como espectadores. Se nos revela a no mucho tardar que la madre de la protagonista y abuela de los chavales acaba de ser enterrada, pero su desaparición parece haber desencadenado una serie de resortes que crispa el carácter de todos, de una u otra manera. Si acaso, el personaje del marido, interpretado por Gabriel Byrne, es el único que parece estable, no sabemos decir si por tratarse de una persona más mentalmente sana o en realidad negligente, ausente, respecto a las emociones de los demás (más adelante la trama, a nuestro juicio, se inclina por la primera impresión).
El caso es que mientras somos testigos del pausado y silencioso drama que se cierne sobre los protas, un sonido persistente y casi inaudible aturulla de forma casi subliminal nuestros oídos, al mismo tiempo que extraños planos de fotografía sugieren horrores íntimos del pasado, de naturaleza angustiosa, que parecen difíciles de comprender.
Como siempre, no queremos desvelar nada. Solo diremos que la película atrapó nuestra atención por efecto de un montaje lento pero inquietante de una manera inexplicable, y por unas interpretaciones de todos los actores que resultan tremendamente realistas al tiempo que les permite lucirse. Mención especial merece el trabajo realizado por el joven actor Alex Wolff, un chavalillo al que recordábamos del remake/secuela de Jumanji, haciendo un papel correcto pero del montón. En Hereditary el tío no destaca hasta cierto punto de la película, antes del cual encaja a la perfección como adolescente que se mantiene distante y artificialmente jovial, para después convertirse en el mejor retrato del horror, la frustración y la tristeza, sobre todo tratándose de un personaje de su edad y posición.
Lo mejor de la película es esa ambigüedad de la que también se sirven otros grandes films de terror como La Posesión De Deborah Logan o Dark Song, es decir, la premisa de que no sabemos en un principio si estamos asistiendo a hechos realmente sobrenaturales o a las consecuencias derivadas de una mente enajenada. Mientras esta familia trata de olvidar y sobrellevar los asuntos del pasado sin resolver, nuevos acontecimientos empiezan a precipitar las cosas, ganando la peli una intensidad en suspense y drama para la que los últimos y aterradores quince minutos del final son una acertada resolución, ajustada en ritmo a lo que necesitaba la historia.
Es una película llena de detalles que se comprenden y se disfrutan mejor al verla más de una vez, un poco como ocurre con otra gran obra maestra algo incomprendida por sectores del público: Babadook.
Para nosotros es una de las mejores pelis de terror que se han creado, y la volveremos a ver periódicamente a lo largo de nuestras vidas, como hacemos con otras, entre ellas las mencionadas aquí. Y esa es la principal razón de nuestra parte para recomendarla.
Creemos más recomendable ver esta peli sin saber absolutamente nada, pero de igual manera os dejamos un tráiler