Yessika María, autora que algunos ya conocerán de otras entradas, comparte con nosotros un par de nuevas muestras de su creación: un pequeño poema y una breve lectura en una prosa con cierto lirismo. Esperamos que sepáis disfrutarlos, pulperos.
Índice
No viniste
Sentado en el balcón,
El reloj marcó la hora
No viniste.
Compré camelias,
Chocolates de avellanas,
Perfumé mis manos
No viniste.
Lustré mis zapatos,
Usé la corbata del abuelo,
El listerine danzó en mi aliento
No viniste.
Recorrí las calles de la ciudad,
El aguacero jugó con mis lágrimas,
Aun así,
No viniste.
Fui el ruiseñor más triste
Que no cesó de llorar
La madrugada fría
No viniste.
Buscándola
Llamé a nuestra casa tratando de arreglar los problemas que están acabando con nuestro genuino amor. No ha querido escucharme y sólo recuerda mis infidelidades, noches de borracheras, y quizás mi intento de golpearla en mi desesperación de oír su voz recriminando mi accionar. Sé que tengo la culpa que no desee oírme, pero en verdad deseaba que me perdonara, recordando los años en que nuestra vida era como los cielos azules.
Esa noche me la encontré llegando a la clínica y no deseaba escucharme, ante mi insistencia aceptó. Le recordé lo mucho que la amaba, nuestros años de estudiantes, la pérdida de nuestro bebé, y la posibilidad de intentarlo nuevamente. Sus ojos se llenaron de lágrimas y su mirada se perdió en el horizonte, quizás recordando el ayer que alegró nuestras vidas. Me suplicó que dejara de buscarla e hiciera mi vida porque todo concluyó, y se fue. Buscándola se me fue la vida y no encontré a la rosa mía, que marchité entre tormentas que me avergüenzan los días.