Legión es una novela escrita por William Peter Blatty conocida por ser la secuela de su famosa obra El Exorcista. La historia se desarrolla en Georgetown, Washington D.C., y sigue al detective Bill Kinderman mientras investiga una serie de asesinatos que parecen estar conectados con el asesino Géminis, un criminal que se creía muerto. La novela comienza con el descubrimiento del cuerpo de un niño afroamericano de doce años en el río Potomac, con signos de tortura y mutilación. A medida que Kinderman profundiza en la investigación, se encuentra con una serie de asesinatos de sacerdotes católicos… Es importante resaltar la profundidad con la que se trata el personaje de Kinderman que en El Exorcista era un personaje importante, pero más bien secundario. En la presente novela Bill Kinderman nos plantea una gran cantidad de reflexiones morales, existenciales, espirituales, filosóficas, religiosas y detectivescas que nos puede llegar a abrumar en algunos momentos. Vamos con él a descubrir quién es el terrible y despiadado asesino que en Legión nos adentra en las profundidades del Mal.
El título “Legión” tiene un significado profundo y simbólico en la novela de William Peter Blatty. Hace referencia a un pasaje bíblico del Nuevo Testamento, específicamente en el Evangelio de Marcos 5:9, donde Jesús se encuentra con un hombre poseído por muchos demonios. Cuando Jesús le pregunta su nombre, el hombre responde: “Mi nombre es Legión, porque somos muchos.” En la novela, “Legión” simboliza la multiplicidad de fuerzas malignas y la lucha entre el bien y el mal. También nos oprime con la idea de que el mal puede manifestarse de muchas formas y en diferentes personas, creando una sensación de omnipresencia y amenaza constante. ¿Has tenido alguna vez esa sensación? ¿Como si hubiera una conjura maligna a tu alrededor? Hay momentos en los que todo parece haberse vuelto oscuro, las cosas comienzan a salir mal, las personas de tu confianza cambian y se vuelven hostiles y distantes; hay lugares donde las tinieblas se expanden fácilmente y nadie parece darse cuenta hasta que ya es demasiado tarde…
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