20 abril, 2024

 La Muerte de Pico Mocho y otros relatos

de Roberto Araque

Reseña

por María Larralde

 

Ya las primeras palabras del prólogo, primorosamente redactado por Gusmar Sosa, hacen intuir al lector que algo grande tiene entre las manos. Ardor y admiración es lo que transmite quien tan enardecidamente nos introduce brevemente en los cuentos de Roberto Araque lo que nos hace pensar que, al menos, un rato de entretenimiento y divertimento vamos a pasar en compañía de estos 21 cuentos.

Yo voy más allá y lo califico de genio de la literatura por su capacidad de reorganizar la realidad narrativa de forma que el lector queda siempre maravillado por los giros que se le desvelan en cada uno de los relatos. Unos relatos que, en su mayoría, versan sobre temas comunes que el escritor convierte en temas poco comunes y casi en fenómenos deslumbrantes.

Destacaría su forma de estructurar los relatos jerarquizada, casi siempre, como un canon con una introducción que nos va acercando poco a poco al grueso de la historia, a veces, con rodeos narrativos interesantísimos, como en Tengo la impresión de que Dios nos odia, sobre todo, a los negros de Haití, en el que una lectura bíblica lleva al narrador a concatenar ideas hasta que se llega a la historia central del cuento.

Así es, comienza la antología con Inmortal, un relato breve que presenta batalla al lector. Escrito como una crónica poética, nos desgrana las paradojas de una situación existencial cuyo planteamiento muestra contrapuntos u oposiciones en su narrativa desafiando la moralidad del lector. Toda una declaración de intenciones y un planteamiento muy interesante intelectualmente.

Invasión es un breve relato que desde el inicio mueve a la complicidad del lector con el escritor. Contundente y con una muy buena elección de los sujetos protagonistas nos confirma lo que todos sabemos sobre la especie humana.

En Héroe nos divierte con una tragicomedia de la vida de un poeta verdadero que no fue un verdadero poeta porque nunca supo hacer poesía. Juega nuestro narrador con una paradoja: la tragedia de la vida de nuestro personaje real que pasó a la historia justamente por no tener nada destacable.

El Tercer día de Daniela es un duro relato que el protagonista cuenta al lector como una vivencia personal, te hace cómplice de la situación, te adentra en una tragedia humana cotidiana, de las que estamos acostumbrados a vivir, ver o escuchar en los medios de comunicación pero que siempre nos conmueven.

El número once nos habla de manera totalmente magistral de las convenciones sociales, a veces racionales, la mayoría completamente enclavadas en un pasado desconocido y oscuro. Además, nos pega un toque al finalizar con un guiño hacia el anterior relato muy interesante para los lectores, sobre todo, a los que nos gusta que nos sorprendan.

Tiempo. Solo decir que este relato encierra paradojas temporales divertidas y nada convencionales. Te ríes desde el principio hasta el final del relato. Escrito como si de una crónica se tratara, nos muestra lo que supondría la posibilidad de alterar el espacio tiempo si pudiéramos viajar por él. Nada volvería a ser igual.

Una escena al estilo de Steven Seagal es un relato que remueve los recuerdos de los lectores con cierta edad. Un comienzo ingenioso sobre las diferencias entre rumba y reunión; una amalgama muy bien planteada de las sensaciones que los participantes de este tipo de fiestas juveniles tienen en el recuerdo, una presentación del personaje principal de la historia, que no es el narrador, hacen que un final trágico se viva por el lector como un final gracioso que mueve a la risa al imaginar la escena “a lo Steven Seagal”.

En Tengo la impresión de que Dios nos odia, sobre todo, a los negros de Haití nos relata una historia muy trágica que ha vivido el narrador como observador y participante en los hechos que acontecen. Una historia en la que desvela la visión un tanto racista que los jóvenes de clase media tienen. Un realismo trágico desgarrador porque nos da a conocer la condición despreciable de los prejuicios racistas así como el uso descarnado de una persona por otra, engañándola y manipulándola, hasta hacerla creer lo que no es. Hay reflexiones sobre el papel de Dios en relación a los hombres pero, sobre todo, una reflexión sobre la condición humana y sus miserias.

En Ella no quería que él pensara que era puta se muestra lo que la presión social puede llegar a hacer sobre las personas, convertirlas en falsos puritanos que pierden oportunidades valiosas. En este caso, el tema es sexual pero podríamos trasladarlo a cualquier otra oportunidad única en nuestra vida. Contado desde un punto de vista personal, el protagonista nos relata las peripecias de una amiga encoñada. El relato, tiene un final agridulce para el lector.

El cuerpo que buscaba la bala cuenta una historia de supervivencia social, de adolescentes que están embravecidos por las hormonas y pelean porque es su forma de mostrar su valía ante su grupo y ante las jovencitas. El final es, como cabría esperar, muy realista y algo triste.

La Muerte de Pico Mocho da nombre al libro y uno, al comenzar a leerlo, espera algo excepcional. Y lo es. Con un lenguaje repleto de coloquialismos en este relato “escuchamos”, como si fuéramos espectadores, una conversación entre hombres que crían gallos de pelea. Hombres que hablan de sus animalitos, de los intríngulis de las peleas, de los cuidados de los gallos y de la misteriosa e inesperada muerte de su gallo. Es como estar presente en una conversación de especialistas de calle, de patio de vecinos. En este caso se trata de gente sencilla que vive con pasión y vocación su profesión en la vida: criar gallos de pelea.

Viaje al fondo nos adentra en una relación onírica entre un viejo y una mujer joven, casi una niña. Todo es idílico, como si el mundo se hubiera detenido para ellos. Pero ella es puta y él su cliente y todo es una bella farsa que parece un cuento de hadas. En mi opinión el autor da un toque de idealismo y romanticismo al encuentro que de otra forma no pasaría de ser un mero intercambio de necesidades por dinero. El viejo disfruta de la mujer en todos los sentidos, no solamente el sexual, hablan, se conocen, intercambian pensamientos, sentimientos y retozan como una pareja cualquiera. Pero el sueño se esfuma y el encuentro nunca vuelve a producirse. Te deja un tanto triste ese final pero es el mejor final posible.

En el relato llamado Tal vez nos desgarra con una historia cotidiana de desamor que se reproduce como un cliché en la realidad de la vida de millones de parejas del mundo entero. ¿Quién sabe por qué los humanos nos empeñamos en desear lo inalcanzable y despreciamos lo que tenemos a nuestro alcance? Como siempre, el autor nos deleita con un crudo final.

Reiteración, para mi gusto, el mejor de los relatos del libro. Por su estructura de relato contado como un negativo de una historia. Nos cuenta una sucesión de hechos que no ocurrieron con un final esclarecedor. Me ha parecido un relato que roza la genialidad, por su minuciosa descripción de todos los no acontecimientos que no suceden.

Pero de que muere, muere debería ser el relato que todos los antitaurinos deberían leer pero también todo aquel que defiende la tauromaquia ya que queda desvelada por este autor como lo que realmente es, algo ancestral, sí, y como tal, brutal, y más cercano a las bestias que al hombre civilizado. Un enorme relato que defiende la igualdad de condiciones, y que plantea por qué es el toro y no otro animal fiero al que se le obliga a ser humillado en estos actos crueles y sanguinarios.

La cita es un excepcional relato sobre la muerte y la impuntualidad. Un relato que te atrapa desde el principio porque reconoces los hábitos sociales de los que te habla el protagonista que, dicho sea de paso, está muerto pero el lector nunca sabrá si lo está o no.

Enfermo es un irónico relato que describe a la perfección una dolencia no muy común y extravagante llamada narcolepsia para finalizar el mismo haciéndola responsable de la mala educación de los chicos jóvenes. Genial e irónico a más no poder. Este relato me sacó una buena sonrisa cuando lo leí.

Rutina es una historia de un tipo cualquiera cuya vida insignificante no importa a nadie pero estoy segura de que muchos, al leerlo, se sentirán retratados. Y como siempre, un giro y un buen final aderezan el espectáculo literario de Araque.

Mi nombre de loro, es una divertida y singular historia sobre el nombre del protagonista del relato. Solo os pido que lo leais para sorprenderos, es como una historia contada por un amigo en un momento intrascendente de tertulia.

Verano, me ha encantado este relato que cuenta, no la historia de una o varias personas que viven en un lugar, sino la historia de un lugar contada a través de los ires y venires de las personas que lo pueblan. Como siempre, un relato singular y especial. ¿Los lugares son lo que hacen de ellos las personas que los habitan o son las personas las que se hacen de determinada forma al vivir en ciertos lugares?

El Juego, es un relato singular que mezcla el juego del ajedrez con el juego de la vida y la culpa de nuestro protagonista. La partida con un rival de su altura le hace no ver la realidad que todos parecen saber y que se desvela al final del relato. Muy interesante porque nos describe el juego como una batalla entre personalidades muy dispares, un rival pretencioso y engreído, que se permite realizar todo tipo de comentarios mientras realiza su mejor partida de ajedrez.

Y termina este compendio de relatos con Ya vendrán tiempos mejores, es un inmenso relato que nos adentra en una concepción muy determinada de la vida, del cosmos de la humanidad y de los hombres como especie. A través de un sueño perturbador nuestro narrador nos hace saber que, de alguna forma, estamos conectados y que, de alguna forma, el mismo universo nos hará volver  a una unión primigenia. En el fondo me resultó triste por la brutalidad de los hechos que se desvelan durante este relato.

Y así termina este gran libro, esta memorable antología de cuentos de Roberto Araque, que os recomendamos leer desde Historias Pulp. Un universo de historias tan bien narradas que os cautivarán desde el minuto uno hasta el final del relato 21.

Gracias Roberto por enviarnos tus cuentos y relatos porque ha merecido la pena leerlos y consigues que algo cambie dentro del lector.

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Links de interés sobre el autor

Blog Literario de Roberto Araque

Primera novela en red online de Roberto Araque

 

 

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