Un relato corto de María Larralde

ArtStation - Mordor, Ochi Zla
Ochi Zla
Digital artist

Grises y cargadas nubes entorno al cráter fulgurante tras el gran ojo atento impedían que fuera visto el jardín de Mordor. Ni siquiera el ojo de Sauron podía verlo. Quizá el Único no podía ni tan siquiera concebirlo por su insignificancia, porque el que no comprende no ve. Quizá era el desprecio por lo pequeño. Y esto no era algo tangencial en su pensamiento, sino más bien un esquema repetitivo que cegaba su mente y su razón. ¿Quién, en su grandioso y omnipotente pensamiento, podría ver un enemigo minúsculo e insignificante? Sin embargo, en la quietud silenciosa de un pequeño jardín tras el Monte del Destino la vida continuaba creciendo lenta pero inexorablemente.