“No podemos cambiar la realidad, pero podemos inventarla”.
Mes de abril del año en curso: dentro del caos que domina nuestro convulsivo planeta, nuestro universo desquiciado por guerras, huelgas de gusanos lunares, demonios que destripan hombres, brujas en cuyos aquelarres se infiltran magas blancas; mientras el deambular de los balleneros espaciales, esos colosos que vagan por el vacío espacio estelar, toca a su fin, nosotros seguimos aquí. A pie de cañón, informando de todo aquello que nadie más quiere contaros. Mientras en el parque Kronostasis desaparece toda forma conocida de vida, mientras desde la Casa de los Efímeros nos anuncian el fin del mundo, las fuentes oficiales callan. Pero nosotros seguimos encontrando noticias frescas, nuevas. Indagamos y husmeamos entre los escombros, donde nadie más quiere meter la pezuña. ¿Quién es capaz sino Fiction News de entrevistar al jefe de la patronal de los infiernos? ¿Qué hazaña mayor que haber hallado un caso único de OVNI cuyos tripulantes no pudieron soportar la soberana reprimenda de una terrícola?
