Queremos que disfrutéis de una autora realmente brillante, atrevida, cáustica y capaz de levantar los ánimos del lector o dejarlo perplejo en tan solo unos minutos. Esta será la primera de una larga serie de entradas que, con el beneplácito de Elena Beatriz Viterbo, os iremos brindando para vuestro disfrute.
Y ahora… ¡que comience La cena!
LA CENA
En homenaje a Chuck Palahniuk
Elena Beatriz Viterbo
Todos los días tomo el tren para ir a la terapia. A veces, en mitad del trayecto, a mi pequeño le entra hambre y se pone a berrear como un energúmeno. Entonces, para callarlo, no me queda más remedio que sacarme el pecho. Al principio me daba vergüenza, porque se me han puesto enormes: puras fuentes de leche imparable y espesa. Pero ya no siento vergüenza, prefiero eso a oírlo chillar.