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El último libro de Alejo Carpenter
Querido lector:
Me muero. Sí, así es. Es mi último día. Hoy. En este momento.
Te preguntarás porqué te lo digo a ti, y tienes razón en hacerte esa pertinente pregunta. Pero sabes que, aunque mi vida no ha sido muy distinta a la de otras personas, en realidad mis miedos no son los mismos que los tuyos, que los de cualquiera. Yo estoy preso de una maldición. Al comenzar a leer esta carta, has quedado preso de un maleficio.
Yo no he escrito nunca una sola palabra. Sufro agrafia total desde niño, jamás me curé, no mejoré nunca. Otro es pues el que toma mi pluma y escribe
por mí.
Voy a morir, porque voy a tomar cianuro. Tú eres testigo de mi muerte, pero no te he hecho leer todas estas palabras para decirte esta estupidez. Cualquiera puede suicidarse. Lo que yo voy a hacer contigo no es simplemente hacer que seas testigo de mi muerte, no es eso. Lo que yo quiero es joder tu vida porque de esta forma mi alma quedará libre. Sé que suena morboso, pero no tengo opción. Si comenzaste a leer esta carta es porque me consideras un gran escritor, alguien al que incluso has cogido cariño, puede ser que me quieras más que a algunas personas de tu entorno.
Esto, amado lector, es lo que te estoy haciendo: joder tu vida, tu alma.
Soy un mal tipo, y esto es una maldición que recae sobre ti. Tú comenzarás a escribir y tu éxito será tal que podrás vivir de este arte sin preocuparte de nada más que de tu alma, porque irás irremediablemente al infierno.
No te agobies, pero esto te pasa por leer a un depravado como yo, que odia a los hombres tan profundamente que no tiene bastante con quitarse de en medio.
No es nada personal, no deberías haber leído esta basura.
Hasta pronto, y perdona por joderte la vida.
Alejo Carpenter
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