Y ahora, niña rica: ver, oír y callar.

Un relato de Mamá Molotov “Eso me dijo nada más casarnos. Las maletas en el suelo, las llaves en la mano y él diciendo esas palabras al oído, medio susurradas, pero gritadas en mi interior. Un ligero temblor que sería apenas perceptible para el resto del mundo, eran sacudidas violentas en mis nervios… La llave…