Nuestra forma de tratar a los animales que comemos indica que somos unos auténticos bárbaros. En lugar de amar nuestro sustento lo hemos convertido en un producto más, un mero objeto de consumo. En un reservorio de proteínas, grasas, minerales… Como si ellos mismos no estuvieran vivos. Pero un animal no es un objeto de…
Copia y pega esta URL en tu sitio WordPress para incrustarlo
Copia y pega este código en tu sitio para incrustarlo