Audiorrelato y texto de Tesoro, por Elmer Ruddenskjrik

Como cada viernes de cada semana, sin falta, salió de la casita que tan providencialmente se encontraba alejada de las cabañas de cabreros y borregueros que eran sus vecinos condales. Aún no despuntaba el sol en aquella jornada de primeros de enero, sólo se vaticinaba su llegada por el leve clarear sobre las lomas lejanas…