19 abril, 2024

¿Siendo sincero? Desde que se empezó a saber lo más mínimo sobre esta película, lo primero que pensé fue en las producciones directas a vídeo, en alguna serie que creo que hay acerca de esto, y en la peli “Yo, Frankenstein”, la cual tenía tan mala pinta que ni me interesó. Es decir, pensé en que parecía que la historia de Frankenstein estaba de moda y que esta nueva sería algo más parecido a aquel tremendo pastiche que fue “Van Hellsing” (película que puede ser disfrutable, de muchos modos… ¿o no?).

thumb_Victor-Frankenstein-posterLa cosa tuvo peor impresión para mí cuando empecé a saber en no sé qué momento que el actor de “Harry Potter” sería el que haría de Igor, el ayudante del megalómano doctor en las versiones de cine más clásicas. Las primeras imágenes de la película, con personajes que parecían salidos de algo así como una especie de “Entrevista con el vampiro” (muy pálidos pero acicaladillos) me tiró aún más para atrás. Es decir, estaba suponiendo (y en parte, siendo como es el mundo de las producciones, tendría razón) que se estaba buscando atraer más a los posibles fans de ambos actores por su atractivo físico que a cualquiera que esperara una adaptación fiel de la historia de Frankenstein. Pese a todo esto, con más curiosidad que otra cosa, ya que al parecer no se hacía mucha revelación de por dónde iría la trama, ni se hacía ostentación del monstruo (cosa que siempre agradezco poder descubrir en las propias pelis), acabé decidiéndome a verla con una de mis hermanas. Y es hora de decir que hicimos pero que muy bien.

La primera sorpresa fue ver ya desde el inicio que el personaje de Igor no era el hombre bien parecido de los trailers. Para colmo, en lugar de ser algo ridículo hasta la risa, ver a Daniel Radcliffe arrastrándose por ahí como el melancólico y resignado jorobado me resultó abrumador. No me esperaba que su simple visión, sus gestos, que me parecían tan creíbles, ya me estuvieran metiendo tan de lleno en la película. Recalco esto porque de veras esperaba que ver algo así me hiciera reír, y para nada. Este actor me ha ganado con este personaje. Y no tarda mucho en aparecer el que da nombre a la película, interpretado por James McAvoy, y en una escena que no tengo ni puñetera idea de cuánto rigor científico comprende, ambos personajes se unen para salvar otra vida, y de paso darse a conocer mutuamente. Y ya esta escena me convenció de que el tono de la película iba a ser de mi gusto. Ambos protagonistas, es decir, sus interpretes, se estaban tomando tan en serio aquello, y lo llevaban a cabo con tanta decisión, que importaba muy poco saber si era posible o no. Para mí lo valioso era que ya se distinguía lo que era esta película. Una aventura que los implicados se cargarían a los hombros, fuera cual fuera el resultado.

Como siempre, no entraré a mencionar nada más acerca de la historia. Sólo diré que la película me ha recordado a las mejores aventuras clásicas de científicos locos. Creo que las interpretaciones de todos son intensas a propósito, sin duda, como de un exagerado teatro, a veces retrayendo a esa época en que el cine de terror empezaba a dejar de ser también cine mudo. Corrían el riesgo de que todo ello fuera risible, pero es que a mí no me lo parece en absoluto. Sobre todo el personaje del mismo doctor Frankenstein está tan bien llevado por el actor, que es a veces imposible no sentir que te contagia su maniaca pasión. Te crees que es un hombre enamorado del desafío, y Daniel Radcliffe hace también muy buena parte como Igor, que en esta versión en vez de un depravado ayudante es un compañero que duda y se cuestiona a dónde les llevará a ambos todo lo que hacen…

Las interpretaciones, la música, la ambientación y efectos especiales, e incluso el monstruo, todo ello me pareció muy satisfactorio, cada cosa disfrutable por sí sola, pero que juntas hacen una peli por encima de la media, vamos, creo que no cabe duda de eso.

Como puntos negativos (aunque esto ya es más bien algo subjetivo), señalaría la trama. Porque esta es otra película que se ha contagiado de esta moda de hace ya diez años de que todas las tramas deben tener otra trama más ominosa detrás, algo más grande, no sé si buscando la posibilidad de secuelas o de hacer más trascendente la historia. Pero lo veo absurdo. Para mí lo interesante de la peli es, como ha sido siempre, la caída del genio loco en su obsesión, y está tan bien llevado por James McAvoy que casi es una pena que pretendan distraernos con tramas secundarias o paralelas, no sé… También mencionaría que esta es de esas películas que se apresuran en cerrar la historia en sus últimos veinte minutos o cuarto de hora, y no es que lo hayan hecho especialmente mal, en esta ocasión, pero es algo que después del resto de la peli hasta ese momento queda… como impropio. Como si alguien hubiera gritado al final “¡es la hora de las tortas!”, y se renunciara de golpe al tono tranquilo y solemne (aunque también épico) que había llevado el guión hasta ese momento… aunque yo creo que esta aceleración debió ser en parte culpa de las tramas secundarias: quizá una cosa es consecuencia de la otra.

Me gustaría hablar de más cosas, pero sería joderle la peli a quien le produzca curiosidad como para verla por sí mismo, así que… Sólo decir que no os dejéis llevar demasiado por las apariencias. Yo desde hace unos años lo hago cada vez más a menudo, y luego encuentro (porque me las recomiendan, o porque casualmente las acabo viendo) que mis prejuicios estaban muy equivocados, y que me estaba perdiendo películas que sin duda me iban a gustar. Ésta era una con todas las papeletas para que no la fuera a ver nunca, y ha resultado que es de lo mejor que he visto últimamente.

 

Valoración por Ruddenskjrik: ¡es cine guay!

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