Bueno, antes que nada empezaré confesándome un seguidor del universo cinematográfico MARVEL, aunque como ya dije en otras reseñas, sé muy poco del mundo de los cómics que están adaptando. El caso es que la mezcla de humor, improbables aventuras y cada vez mejor coreografiada acción de todas las pelis, así como los elementos comunes que las hilvanan con mayor o menor rigor, hace muy satisfactorio, si empezaron gustándote, el descubrir el desarrollo de las vidas de los personajes. Como si empiezas a verte una tras otra todas las viejas entregas de Star Trek o te da por engancharte a la saga de Harry Potter. Sin meternos a discutir sus calidades, es indudable que una vez que llevas vistas varias pelis con personajes en común empiezas a sentir cada vez mejor que los conoces y que formas parte de ese universo del que estás siendo testigo. Todo un placer para cualquiera que le gusten las historias de aventuras.
Me siento obligado a mencionar esto en primer lugar porque esta es una peli que fui a ver al cine acompañado de alguien que no había visto más que, quizá, alguna entrega suelta de estos superhéroes y seguramente sin mucho interés. Y esta persona, al terminar de ver la película (e incluso durante el desarrollo de la misma) me hizo saber un par de cosas que no admiten discusión. La primera es que la película es demasiado larga para lo que cuenta. Y la segunda, que no encontraba sentido ni profundidad al conflicto que aleja a los protagonistas hasta el punto de las hostias.
Para la primera cuestión, aunque no había reparado en ello, sí que le doy la razón, porque me he acostumbrado a que cada peli de superhéroes (sobre todo a raíz de la trilogía de Batman de Christopher Nolan) sea una especie de extenso estudio, mejor o peor logrado, pero siempre minucioso, de la psique de los personajes, repleto de escenas y diálogos que narran las causas de sus traumas y que explican hasta la menor de sus acciones futuras. ¿Realmente es necesaria tanta cháchara? En realidad creo que no, y es algo que en grandes superproducciones se está estandarizando, como para hacer ver que cuanto acontece es solemne o que tiene visos de verosimilitud… O quizá es el modo de justificar y amortizar el gasto de dinero en grandes actores (aunque yo esto lo agradezco, sobre todo por toda parte en que participe Robert Downey Jr.).
La segunda idea, la del motivo del conflicto… reconozco que aun siguiendo la saga de películas es un poco forzado, por muy distintas que sean las posturas de los protagonistas, pero se perdona un poco por la interacción y el significado del Soldado de Invierno en toda la historia personal del Capitán América, algo que supongo sólo se puede hacer si has estado siguiendo la saga. Y aun sin haberlo hecho, la película da a entender lo bastante como para que quede justificado. O eso me parece a mí. Así que en esto, le daría a mi acompañante la razón a medias, o más bien diría que depende de la tolerancia de uno a las licencias del guión en favor de la acción.
La acción: es lo mejor de la peli. Hasta el punto de que incluso atraía la atención de mi acompañante. Las escenas de peleas están coreografiadas a veces con una complejidad y contundencia propias del mejor cine de artes marciales, y los efectos especiales y el sonido son muy impresionantes en todo momento. Las habilidades y aspecto de algunos personajes (que yo descubrí con esta peli) son tan espectaculares que incluso mi indolente acompañante exclamaba a veces “¡cómo mola!” (concretamente con el personaje de Pantera Negra). La película a mi parecer sabe ir alzando la tensión y mantenerla hasta el final, y aunque la trama principal no es lo mejor, tampoco queda ridícula, aunque a ratos uno se pregunta por el modo en que el villano podía ver consumado su plan cuando había tantos cabos sueltos que él no podía controlar. Vamos, da la impresión de que había supuesto demasiado que todo ocurriría como él esperaba… y es aún más absurdo ver que realmente ocurre así. Pero en fin, eso es lo de menos.
Lo que todo el mundo quería, incluido yo, era ver las peleas entre los héroes que conforman Los Vengadores. Y en eso la peli se luce en al menos dos de ellas, donde participan unos pocos en geniales persecuciones o intensas peleas cuerpo a cuerpo, y sobre todo en una en concreto donde participan todos (salvo Hulk y Thor, que en esta entrega no salen) con la aparición de invitados como Spiderman (el cual, pese a no estar la película centrada en él, me ha parecido hasta ahora el mejor Spiderman hecho en cine).
En definitiva, no sabría decir si es la mejor entrega de las pelis de MARVEL, yo la verdad es que prefiero la anterior de Capitán América: Soldado de Invierno, o mi favorita, Ant-Man, o incluso la más modesta y bastante más corta Deadpool. Pero no cabe duda de que es digna de todo este universo cinematográfico que tan bien han cimentado. Es muy fácil: si te gustaron cualquiera de las anteriores, con superhéroes juntos o por separado, esta también lo hará.
Valoración por Ruddenskjrik: ¡es cine guay!
